No es hambre. Y lo sabes. Es esa «necesidad» imperante de echarte algo a la boca, generalmente hidratos o azúcares (galletas, chocolate…).
Vale, sé que NO es hambre, pero no lo puedo controlar. Es que me pongo de mala uva como no vaya ahora mismo y me coma un par de galletas (por lo menos).
Párate un momento.
Claro que lo puedes controlar. ¿Qué eres? ¿Un perro que tiene que premiarse con comida?
¿Qué puedo hacer? Cosas que a mí me funcionan:
1. Hazte una infusión
El hecho de estar preparándote algo, psicológicamente calma la necesidad de echarte algo a la boca. Y una vez lista, la infusión te dará sensación de saciedad. Por no hablar de las buenas propiedades que tienen, según la que elijas.
Yo tengo un montón distintas, pero de la que más tomo es de la infusión «Línea» de Hacendado (Mercadona).
Parezco una yonki de las infusiones. 😛
2. Bébete un vaso de agua
Si no eres de infusiones o no tienes una a mano, simplemente bébete un vaso de agua para aplacar el ansia. Suele funcionar para darle al cerebro otra cosa en qué pensar.
3. Chicles sin azúcar
Un chicle sin azúcar te dará esa sensación dulce en la boca y podrás masticar algo agradable durante un buen rato sin aportarte calorías.
4. Lávate los dientes
El frescor del dentífrico y los dientes recién lavados suele neutralizar cualquier gana de echarse nada a la boca.
5. Escribe
Si nada de lo anterior te ha funcionado, escribe una especie de diario personal (o blog, ¿por qué no?) y explica qué te pasa. ¿De dónde te viene esa ansia de comer? ¿Es un momento de aburrimiento? ¿De preocupación? ¿De estrés? Te ayudará a comprender qué te provoca esas ansias y a atacar la raíz. Es decir, si comes por aburrimiento, vete a dar un paseo, sal de compras, o lo que te apetezca. Pero no des tregua a tus ansias por comer.
6. Minimiza los daños
En última instancia, si te ha vencido el ansia, no te tires a por lo más calórico que tengas. Y si te suele asaltar con frecuencia, evita tener tentaciones en casa. Galletas, chocolates, patatas fritas, snacks, cacahuetes, o cualquier cosa que te suponga una tentación a ti personalmente. Fuera de casa. Destiérralo. Lo agradecerás.
¿Qué trucos tienes tú? 🙂
BRAVO!!
GRACIAS GUAPA!
Muy buena entrada en mi caso excepto a las infusiones que soy muy mala para eso. No te preocupes en exceso de los kilos que has cogido a la vuelta de la rutina ya veras como desaparecen en un plus plás.
Disfruta de los tuyos. Muak
Hola!! Hacía mucho que no escribía, pero te leo sin falta.
Yo he cogido un kilo en una semana, pero es que un día y otro tenemos plan con amigos y familia ;P y no paramos de comer. Y los azúcares llaman a los azúcares. Veo la verdura y no me apetece! Con lo que me gusta.
A ver si, como dice Maruchi, la vuelta a la rutina nos devuelve la buena alimentación y, en mi caso, el gimnasio. Hace tres semanas que no lo piso, como ya sabes.
Ya postearás cómo limpiar el organismo después de estos excesos.
Un besito!!
¡Gracias por leerme! Ahora es un momento perfecto para volver a ponerse en marcha a tope.
Un besico 🙂